miércoles, 12 de octubre de 2011

LA REVOLUCION CUBANA NO RENUNCIARÁ AL SOCIALISMO

(Este artículo fue escrito y publicado cuando se conmemoró el XXXVI aniversario del triunfo de la Revolución cubana. Me parece que mantiene plena validez en 2011)

El 26 de Julio de este año se conmemoró un aniversario más del asalto al Cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, por un grupo de jóvenes, que encabezó Fidel Alejandro Castro Ruz. Este acontecimiento se considera como el inicio de la Revolución Cubana que terminó con la tiranía de Fulgencio Batista y empezó la construcción del socialismo en la patria de Martí, régimen que ha logrado conquistas fundamentales para el pueblo cubano, a pesar del cerco criminal que le impuso inmediatamente el imperialismo yanqui y que dura hasta la fecha.

Tiene razón Fidel Castro, indiscutible líder del proceso revolucionario cubano, cuando afirma que la guerra fría terminó entre las potencias, pero el imperio del norte la mantiene contra los países en desarollo, particularmente contra Cuba y aquellos gobiernos que no se someten a sus dictados.

Repasando un poco la historia de Cuba, cuyas últimas cuatro décadas son inseparables de la vida y obra de Fidel Castro, se advierte el enorme esfuerzo de sus organizaciones y personalidades del campo revolucionario en la lucha por conseguir su independencia, mantenerla, lograr un importante desarrollo social y acceder a mejores condiciones de existencia.

Se advierte también, en el proceso revolucionario de este siglo, el importante papel que jugó el Partido Comunista Cubano, integrado por obreros, intelectuales, artistas, todos ellos de gran prestigio como los líderes obreros Lázaro Peña y Blas Roca, el intelectual Carlos Rafael Rodríguez, destacados dirigentes como Raúl Roa y Juan Marinello, los escritores y poetas Nicolás Guillen y Alejo Carpentier y muchos otros que hacia el 1o. de Enero de 1959, fecha en que triunfa la Revolución Cubana, representaron su fuerza más organizada, a través del Partido Socialista Popular que, sin duda fue un pilar fundamental de la lucha encabezada por Fidel Castro.

No es poco lo alcanzado durante 36 años de Revolución. En tres décadas y media Cuba se convirtió en la potencia científica más importante de América Latina, sobre todo en el campo de la medicina donde ha logrado conocimientos muy avanzados para beneficio de su pueblo y de la humanidad, como lo detalla el propio Fidel Castro, en una de las últimas entrevistas concedida a Tomas Borge, y que en México publicó el Fondo de Cultura Económica con el nombre de “Un grano de maíz”.
Para todo mundo es conocido el extraordinario papel de Cuba en los deportes que se aprecia, sobre todo, en las competencias a nivel mundial, como las olimpiadas donde ha conseguido una gran cantidad de victorias, producto de la planeación masiva del deporte, de la disciplina deportiva y de la alimentación que le ha otorgado al pueblo la Revolución. Cuba tiene figuras de primer orden en el atletismo, la natación y en deportes de conjunto; también ha logrado conquistas muy significativas en la agricultura, la ganadería y, como pocos países en desarrollo, en el campo de la tecnología.

El cubano, por tradición, por historia, es un pueblo resistente a las ofensivas de sus enemigos. Fue uno de los últimos pueblos latinoamericanos en conseguir su independencia, sacudiéndose la dominación española y yanqui, y el primero que inició la construcción del socialismo, sin el cual habría sido imposible resistir el criminal bloqueo impuesto por los norteamericanos.

El pueblo cubano ha resistido embates violentos en las últimas tres décadas, porque al vivir en el régimen socialista es un pueblo políticamente preparado, organizado, plenamente consciente de los elevados objetivos que persigue y del trascendental papel que le ha tocado jugar en medio de la actual crisis mundial.

Tuve la oportunidad de apreciar personalmente el alto nivel político de los cubanos en 1976, es decir hace 19 años. Al hablar con la gente en la calle, en las fábricas, en las escuelas, en todas partes, se advertía la profunda convicción y el apoyo unánime a la revolución, que entonces apenas cumplía 16 años. Un poco después, en una breve estancia, en 1987, pude apreciar con mayor profundidad los alcances extraordinarios de la Revolución Cubana, gracias a las amplias explicaciones del inolvidable Pedro Vuscovick, ministro de Salvador Allende en el gobierno de la Unidad Popular chilena y uno de los economistas latinoamericanos que conocían muy de cerca el proceso cubano y de manera particular el pensamiento económico del Che Guevara, que por cierto, en 1987, estaba siendo reestudiado en Cuba.

Regresábamos de Moscú, donde coincidimos en una conferencia internacional sobre América Latina, y Pedro Vuscovick, que era todo sencillez, fue muy amplio al detallar las conquistas de la Revolución Cubana y que se podían apreciar a simple vista. En esta ocasión pude comprobar, una vez más, el cariño inmenso que el pueblo cubano le tiene al Che Guevara, uno de los héroes de la Revolución y comprendí, por las conversaciones con Vuscovick, las aportaciones que en el campo de la economía hizo el Che a la Revolución.
La Revolución Cubana ha vencido innumerables peligros y obstáculos, pero indudablemente que la prueba más fuerte, la más difícil, la que muchos consideraron no superaría, fue cuando cayó la Unión Soviética y el campo socialista de Europa, padeciendo lo que Fidel Castro denominó un doble bloqueo, el que provenía del imperialismo yanqui y el impuesto por los anticomunistas rusos. Sin embargo la Revolución se mantiene en pie, superando la adversidad jamás imaginada; ha resistido el periodo más difícil, el más peligroso y a pesar de los múltiples problemas que enfrenta tiene una perspectiva amplia para seguir construyendo el socialismo.

Hoy, 42 años después del asalto al Cuartel Moncada, la Revolución Cubana adquiere una extraordinaria importancia para el porvenir de la humanidad, que no se resigna a vivir eternamente el capitalismo, cuya incapacidad para resolver las necesidades fundamentales del ser humano se pone en evidencia todos los días y a toda hora.

La Revolución Cubana no renunciará al socialismo y la humanidad, en su conjunto, tampoco.

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