jueves, 13 de octubre de 2011

EXPULSAR DE MÉXICO AL EMBAJADOR YANQUI JOHN GAVIN

Trabajo Parlamentario

DIARIO DE LOS DEBATES.
DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS
DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
LII LEGISLATURA
AÑO III México, D. F., jueves 25 de octubre de 1984 TOMO III. NÚM. 20

EXPULSAR DE MÉXICO AL EMBAJADOR YANQUI JOHN GAVIN

El C. diputado Alfredo Reyes Contreras: - Señor Presidente, honorable Asamblea:
Las fracciones parlamentarias del Partido Socialista Unificado de México, del Partido Socialista de los Trabajadores y del Partido Popular Socialista, expresan su más enérgico rechazo a las constantes e indebidas intervenciones que en nuestra vida interna ha tenido el embajador norteamericano, John Gavin, dedicado a recorrer todo el territorio nacional para coordinar la campaña desestabilizadora que han emprendido, con febril actividad, las fuerzas imperialistas del exterior y las proimperialistas del país. A estas alturas resulta verdaderamente inadmisible la conducta del embajador yanqui, que con cualquier pretexto aborda temas de la vida nacional que están reservadas de manera exclusiva para los mexicanos, como lo establece la Constitución nacional.

Además, al intervenir en las cuestiones domésticas de México, el embajador norteamericano viola tanto el derecho nacional mexicano, como las normas de convivencia internacional. Su constante y descarada intervención en las cuestiones que sólo competen a los mexicanos, está orientada a montar una verdadera provocación, para justificar mayores presiones e impulsar el chantaje al que siempre recurre el gobierno norteamericano para conseguir sus propósitos.
Aquí en México la labor conspirativa del embajador Gavin ha encontrado defensores. El Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Pablo Emilio Madero, que muestra una gran afinidad con las proclamas del prepotente representante de Reagan, defendió la intervención de Gavin en las cuestiones domésticas de los mexicanos. Además, funcionarios panistas como ocurrió recientemente en Chihuahua, reciben al embajador yanqui con frecuencia, convirtiéndose en cómplices de él.

Desde la reunión celebrada en Hermosillo el 22 de abril de 1983, hasta la cínica declaración realizada el día de ayer, el embajador Gavin se ha reunido en varias ocasiones con personajes y dirigentes del Partido Acción Nacional y ha dado directrices para impulsar la campaña desestabilizadora.

Apenas hoy, nos enteramos por los medios informativos que el embajador norteamericano declaró que México, con el actual gobierno, se aparta del camino socializante al que los estaba conduciendo el presidente anterior, pero que la confianza ha vuelto a los empresarios porque se les reinstaló en parte en la banca nacionalizada. Este señor demanda que los mexicanos nos olvidemos de nuestra historia y las relaciones con los Estados Unidos de Norteamérica; exige que el Estado abandone su creciente intervención en el desarrollo económico nacional; da consejos y hace sugerencias sobre lo que debe ser nuestro sistema político y realiza una intensa campaña contra la economía nacional, alarmando injustificadamente al turismo norteamericano que en condiciones muy ventajosas viaja a México. Hace calificativos groseros en contra de las fuerzas democráticas nacionales que denuncian y combaten su conducta.

Nosotros afirmamos que nada le interesa a este señor o a sus patrones lo que hagamos o dejemos de hacer los mexicanos que rechazamos con energía la intromisión de este conspirador.
Además, Gavin anda metido de lleno en la campaña electoral de su país, está en su derecho, nadie se lo discute, pero también se encuentra metido en el proceso electoral que culminará en julio de 1985 en nuestro país, y aquí quien calla y consiente es la derecha, es más lo promueve e impulsa porque le conviene. Pero el pueblo mexicano no tolerará más esta terca intervención del personaje yanqui.

Sus declaraciones coinciden plenamente con las de los empresarios, las del clero político y las de los partidos de la derecha, que ahora buscan y obtienen patrocinio ideológico y económico fuera de nuestras fronteras, como ya lo hicieron los conservadores que fracasaron en su lucha contra los liberales de Juárez.

Los mexicanos debemos estar vigilantes frente a la conducta criminal de Gavin, porque la experiencia de México es dolorosa en sus relaciones con los Estados Unidos de Norteamérica. El embajador parlanchín debe saber, porque seguramente lo ignora, que no se trata del anuncio de alguna bebida alcohólica, que los mexicanos no nos olvidemos de nuestra historia, que la tenemos presente y que la utilizamos como escudo para luchar frente a las fuerzas como las que él defiende y representa.

Por estas razones, las fracciones parlamentarias que suscribimos esta enérgica protesta, demandamos del gobierno nacional que, en cumplimiento de su deber y recurriendo a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, obligue al diplomático provocador a ajustarse y respetar nuestra Constitución, y afirmamos que debe proceder a la declaratoria de que se trata de una persona no grata para el pueblo mexicano, aplicando el artículo 33 constitucional, y expulsar del territorio nacional al discípulo de Henry Lane Wilson, que en el pasado asumió la misma actitud intervencionista que al actual representante del gobierno norteamericano. (Versión estenográfica)

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