jueves, 6 de octubre de 2011

EN DEFENSA DE LA INTERVENCIÓN DEL ESTADO EN LA ECONOMÍA

Trabajo Parlamentario
Diario de los Debates
DE LA COMISIÓN PERMANENTE
DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
"LII" LEGISLATURA
AÑO III MÉXICO, D.F., miércoles 13 de febrero de 1985 TOMO III. NUM. 8

EN DEFENSA DE LA INTERVENCIÓN DEL ESTADO EN LA ECONOMÍA
El C. Diputado Alfredo Reyes Contreras:
- Pido la palabra, señor Presidente.
El C. Presidente: - ¿Con qué objeto, señor diputado?
El C. diputado Alfredo Reyes Contreras:
- Para emitir algunos juicios sobre la venta de empresas paraestatales.
El C. Presidente: - Tiene la palabra el C. diputado Alfredo Reyes Contreras.
El C. diputado Alfredo Reyes Contreras: - Señor Presidente, compañeros legisladores, he solicitado el uso de la palabra para hacer algunas reflexiones, en nombre del Partido Popular Socialista, en torno a la venta anunciada por el Gobierno Federal de 236 empresas paraestatales, cuyo anuncio ya se empezó a poner en práctica.
Mi partido considera que una de las conquistas más importantes de la Revolución Mexicana fue o ha sido la creación y consolidación del sector estatal de la economía. Hemos insistido, con frecuencia, en el señalamiento de que el Estado en México se vio obligado a intervenir en el desarrollo económico porque las propias necesidades del país así lo impusieron. Como todo estaba en manos prácticamente del capital exterior, fue el Estado mexicano el que rescató el petróleo, la electricidad, los ferrocarriles, e intervino en otras áreas de la producción económica de gran importancia para elevar sustancialmente los niveles de vida de nuestro pueblo.
No ha sido - y esto también lo hemos dicho - el sector privado el factor importante en el desarrollo nacional, no ha tenido esa importancia. Consideramos, nosotros, que la iniciativa privada en México se ha desarrollado y se va a fortalecer en contra de los propósitos y los objetivos centrales de la Revolución Mexicana. Los mexicanos entendemos bien que la intervención del Estado en el desarrollo económico es, decía hace un momento, un aspecto fundamental de la Revolución Mexicana, porque a través de la intervención del Estado en el desarrollo económico se ha impedido que México se convierta en una colonia norteamericana, desde el punto de vista económico; ese desarrollo económico nos ha permitido preservar la soberanía nacional y mantener la independencia del país.
La consolidación del sector estatal de la economía se fue logrando a través de las nacionalizaciones y a través del desplazamiento de la iniciativa privada en algunos renglones en donde ésta manifestaba total y absoluta ineficiencia. No se dice nada y frecuentemente se calla el hecho de que muchas empresas del sector privado hayan pasado al sector estatal porque precisamente el Estado rescataba esas industrias que eran vitales para el desarrollo y que el sector privado no atendía por ineficiencia o voracidad.
En 1982 se incorporó lo que todos conocen como un capítulo de carácter económico en la Constitución, y ahí se señalaron fundamentalmente las áreas estratégicas como exclusivas del Estado, y las áreas prioritarias como aquellas en las que podía intervenir el Estado con el sector social y el sector privado.
¿Pero qué ha sucedido en la realidad? Que se trata de limitar la intervención del Estado exclusivamente en las áreas estratégicas, es decir, en lugar de consolidar la intervención del Estado en el desarrollo económico, ahora se está limitando con el pretexto de que sólo le corresponde intervenir en las áreas estratégicas, y esto a consideración del Partido Popular Socialista es totalmente falso. El hecho de que se hayan señalado las áreas estratégicas no significa, no debe significar ninguna limitante para la intervención del Estado en el desarrollo económico.
Y a partir de entonces se empezó a utilizar un término que a nosotros desde ese entonces nos preocupó; se empezó a hablar del "Estado obeso". A nuestro juicio una concepción totalmente equivocada. Y hay datos recientes que confirman que el Estado en México no es obeso.
El secretario de Programación y Presupuesto, el licenciado Salinas de Gortari, hace unos días nos daba la noticia en el sentido de que la participación del sector público en el Producto Interno Bruto es del 25.6%, es decir la cuarta parte, en tanto que el sector privado y el social, al cual lo han abandonado totalmente, generan las 3 cuartas partes del PIB.
Por fin, ¿es un Estado obeso, o no es obeso? ¿A dónde nos va a conducir esta teoría del Estado obeso. Nos va conducir a una menor intervención del Estado en el desarrollo económico. Y se pusieron en práctica inmediatamente algunas medidas.
Mi partido considera que se ha implantado un mecanismo para desnacionalizar aquello que ya se había nacionalizado, porque no otra cosa significa el hecho de que se permita la intervención en un 34% de las acciones de la banca al sector privado, y se dijo que esto lo podían adquirir los obreros. Es ilusorio definitivamente.
Se han vendido empresas y ahora se anuncia precisamente la venta de 236; que el Estado no debe intervenir en las tortillerías, que el Estado no debe intervenir en las lavanderías, es decir, se está reduciendo sistemáticamente la intervención del Estado en el desarrollo económico.
Nosotros consideramos que con este planteamiento, y con estas acciones prácticas, concretas, ya aplicadas se pone en peligro el camino de la Revolución Mexicana. Y es que hay un hecho muy preocupante: a México lo empiezan a gobernar gentes que se han incorporado a puestos claves, dentro del Estado que nada tienen que ver con los objetivos ni los propósitos de la Revolución Mexicana. Hay gente que ha obtenido grados superiores de estudio en el extranjero y que viene con una idea totalmente deformada. Qué es fácil presa de las presiones que ejercen instituciones del exterior, para torcer el camino y el rumbo de la Revolución Mexicana.
En este año, en que se conmemora el 75 aniversario de la Revolución Mexicana, creo que los mexicanos no podemos conmemorarla de esa manera, regresando, es decir, desandando un camino que ha sido muy difícil caminar; esa no puede ser la manera de festejar los 75 años de la Revolución Mexicana.
Por esa razón el Partido Popular Socialista, rechaza categóricamente la decisión del gobierno de vender empresas del sector estatal. Y finalizó con una expresión que a mí me parece resume la preocupación que los revolucionarios progresistas y demócratas, tenemos en México. En nuestro país, en nuestra patria, el Estado no está facultado para enajenar el patrimonio nacional. (Versión estenográfica)

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