jueves, 13 de octubre de 2011

CANCELAR EL REGISTRO DEL PAN

Trabajo Parlamentario

DIARIO DE LOS DEBATES
DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS
DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
"LII LEGISLATURA
AÑO III México, D. F., jueves 25 de octubre de 1984 TOMO III. NÚM. 20

CANCELAR EL REGISTRO DEL PAN

El C. Presidente: - Tiene la palabra el C. diputado Alfredo Reyes Contreras.
El C. Alfredo Reyes Contreras: - Señor Presidente; señoras y señores diputados.
No vamos de ninguna manera a contestar las injurias que ha proferido desde esta tribuna el diputado panista que me antecedió, porque sería colocar el debate al ras del suelo.
Se advierte en su intervención un añorado bipartidismo que ya en otras ocasiones se ha denunciado desde esta tribuna y en otros foros de la vida nacional. Es evidente que la derecha en su conjunto, y fundamentalmente el Partido de Acción Nacional está asustado por la reacción vigorosa de las fuerzas democráticas ante su conducta de traición y de connivencia con el imperialismo norteamericano, por eso las expresiones del diputado Medina, porque la denuncia que ayer se presentó en la Comisión Federal Electoral, evidentemente que dolió y la respuesta obviamente no se hizo esperar.

El diputado Medina habló de que esta es una escaramuza, pero que la guerra continúa. Eso nosotros lo sabemos. Es la expresión de la lucha de clases que ellos quieren ocultar bajo un manto puro, podríamos decir. Pero evidentemente esa guerra no la va a ganar la derecha en nuestro país. Hay una larga y hermosa tradición de combate y de lucha del pueblo mexicano, y el pueblo mexicanos va a derrotar una vez más, como aquí en los debates ha quedado claro, a sus enemigos, representados por fuerzas exteriores y fuerzas del interior.

Lo que ocurre realmente es que la denuncia que presentó el Partido Popular Socialista desenmascaró la conducta que ha tenido Acción Nacional, podríamos decir, de una manera tradicional.

Me voy a permitir ante esta H. Asamblea dar lectura al documento que se presentó ayer en la reunión ordinaria de la Comisión Federal Electoral. Su texto es el siguiente:

"Señor licenciado Manuel Bartlett Díaz, Presidente de la Comisión Federal Electoral. El Partido de Acción Nacional cada vez más asume de manera más descarada el papel que desde su nacimiento le fue asignado: el de brazo electoral de la derecha reaccionaria y el imperialismo. Recordamos la reunión conspirativa de Hermosillo, efectuada en la sede del consulado de los Estados Unidos el 22 de abril de 1983, donde se congregaron los elementos representativos de la gran burguesía, el alto clero político, el Partido de Acción Nacional y funcionarios del gobierno y de la delegación diplomática estadounidense instalada en nuestro país.

Ahí estuvieron el señor Javier Castillo Parada, vicepresidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, prominente hombre de empresa y militante destacado del Partido Acción Nacional; el licenciado Carlos Amaya Rivera, próspero agricultor y presidente del PAN en Sonora; el licenciado Adalberto Rosas López, expresidente municipal de Ciudad Obregón y ahora candidato de ese partido a la gubernatura de esa entidad; el arzobispo de Hermosillo, Carlos Quintero Arce, hombre de ideología fascista y contumaz violador de la Constitución General de la República; mister George Haigh, Ministro Consejero de la Embajada de los Estados Unidos en México para Asuntos Agrícolas y Agropecuarios; el cónsul norteamericano, Arturo Arredondo; y un grupo de funcionarios estadounidenses, agentes de espionaje y consejeros políticos, integrado por señores Levi Narwon, Will Wait, Joseph Seguri, Francisco Rojas Tavares y la señora Jean Thatcher.

Tanto Rosas López como Quintero Arce reconocieron de manera pública que el propósito de esta reunión fue el de examinar la situación económica, social y política del país, y de manera particular del estado de Sonora, así como intercambiar opiniones sobre las medidas para hacer frente a los problemas.

Es evidente la múltiple violación al derecho nacional e internacional que se cometió. Los funcionarios y diplomáticos norteamericanos, transgredieron las normas de la convivencia entre las naciones al intervenir en cuestiones que sólo competen a la soberanía de los mexicanos, con lo cual, además, cometieron violación al artículo 33 de la Ley Suprema de nuestra República, que a la letra dice en su párrafo segundo:

"Los extranjeros no podrán de ninguna manera inmiscuirse en los asuntos políticos del país."
El arzobispo también violó la Carta Magna de nuestro país, que no le concede derecho a participar ni externar juicios sobre los problemas políticos, económicos y sociales. El Partido de Acción Nacional fue cómplice de ambas violaciones.

Vinieron luego diversas campañas de carácter local, donde se pusieron en marcha, es evidente, los planes conspirativos acordados en Hermosillo, el clero pasó de la propaganda clandestina en favor del PAN, que siempre ha hecho desde los púlpitos y confesionarios a las homilías públicas, a las declaraciones de prensa, a las entrevistas y programas de radio y televisión con un lenguaje nuevo inusitado por su violencia y por su agresividad, lo mismo contra la izquierda que contra el PRI-Gobierno. Los alegatos del PAN, tanto por su forma como por su contenido, a partir de entonces, no hacen sino repetir lo que expresa en constantes y reiteradas intromisiones en los asuntos políticos de México Gavin. Pero, además, los dirigentes de ese partido político, se empeñan en tratar de defender y justificar la conducta del diplomático norteamericano.

El PAN nunca ha carecido de recursos económicos abundantes para sus campañas, que le proveen los grandes empresarios y el clero. Pero después de Hermosillo, la magnitud de los recursos utilizados por esa agrupación sufrió un cambio espectacular.

Es evidente que el Partido de Acción Nacional cuenta con una nueva fuente de ingresos, los que le provee de manera más directa el Gobierno y los grandes monopolios norteamericanos. Hace unas semanas mister Richard Allen, Presidente del Fondo Internacional Republicano de Cooperación, para propagar en el mundo los valores del capitalismo, declaró que ese fondo y el gobierno norteamericano desean ver un juego de partidos más amplio en México. La oficina de prensa en la Embajada de los Estados Unidos en México afirmó por esas mismas fechas que la invitación al PAN, a la Convención de Dallas obedecía a su calidad de miembro de la Unión Internacional Democrática, organización que realizaría actividades paralelas y conjuntas con la Convención del Partido Republicano.

También se han hecho del conocimiento público los vínculos del PAN con la fundación Heritage, que financia programas intervencionistas de diversas características, entre ellas las de desestabilización económica, terrorismo interno, golpes de Estado, apoyo a partidos políticos ultrarreaccionarios, para establecer gobiernos dóciles y sumisos a los intereses norteamericanos, etcétera.

La Unión Internacional Democrática fue fundada en Londres, en julio de 1983, después de casi dos años de preparativos y contactos previos, como el de Hermosillo, con múltiples organizaciones políticas de distintos países del mundo, significadas por sus posiciones políticas de ultraderecha y pronorteamericana.

La sesión inaugural fue presidida por George Bush, Exjefe de la Agencia Central de Inteligencia (CÍA) y actual Vicepresidente de los Estados Unidos, y la archirreaccionaria Primera Ministra de Inglaterra, Margaret Thatcher.

La Presidencia de la OIT fue asignada a un austríaco de perfil político neonazi llamado Alua Mof. Se ha difundido que todos los integrantes de la OIT, inicialmente 22, ahora 150, entre ellos el PAN tienen acceso al financiamiento del Fondo Republicano.

Al divulgarse estos hechos, los de la etapa reciente, los dirigentes del PAN no los han aclarado de manera satisfactoria. Frente a los múltiples elementos de juicio que implican visibles relaciones de dependencia y subordinación política y económica, con relación a instituciones extranjeras, los dirigentes del PAN han procurado soslayar y desviar la atención a otra cuestión, la del derecho que la ley reconoce a las organizaciones políticas de establecer relaciones de amistad con otros partidos del mundo. Más aún entre los mecanismos permanentes de coordinación queda cada vez más claro que el personal de la Embajada y los consulados de los Estados Unidos y el propio embajador juegan un papel determinante.

El representante diplomático del gobierno norteamericano ha reconocido que recorre constantemente el país, celebrando reuniones con hombres de empresa, jerarcas del clero y dirigentes del PAN, las que, siguiendo la misma táctica del elusivo cinismo, calificó de "inocentes".

Por otra parte, el embajador intervencionista declaró contar con el apoyo del Departamento de Estado de los Estados Unidos y cumplir órdenes expresas de su Presidente, al provocar constantes escándalos en México, y calificó soezmente como banda a todos los patriotas y demócratas del muy amplio abanico de fuerzas que hemos denunciado su conducta tan semejante a la de aquel otro embajador, Henry Lane Wilson, autor intelectual del golpe de Estado encabezado por Victoriano Huerta y del asesinato del Presidente y Vicepresidente constitucionales de México, Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, respectivamente.
En efecto, cada quien escoge a sus amigos, y el que el PAN escoja al siniestro bromista de la Casa Blanca, autor de la peor catástrofe económica del mundo capitalista a lo largo de la historia y de la más grave amenaza a la existencia de la humanidad, como también ha escogido, por ejemplo, al golpista y traficante de drogas, Boliviano Hugo Banzer, no puede atribuirse sino a la afinidad natural de intereses e ideologías que cada quien pone en su lugar, pero el problema jurídico y político de fondo está en otra parte y es lo que los dirigentes de este partido procuran soslayar: que las relaciones que el PAN ha establecido, según se establece de hechos concretos ampliamente difundidos, son de subordinación y dependencia, implican sometimiento a directrices trazadas en el exterior y convierten a ese partido y a sus dirigentes, si así se comprueba, en violadores de la ley suprema, de la LOPPE y previsiblemente del Código Penal.
Por todo lo expuesto, basando nuestros derechos en los artículos 23, 44, 45 y demás relativos de la Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales en vigor, reiteramos la denuncia que con fecha anterior habíamos cursado a esta Comisión Federal Electoral y demandamos de usted, señor Presidente:

Primero, se acuerden los mecanismos necesarios para investigar a fondo las violaciones a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y a la Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales en que haya incurrido el Partido de Acción Nacional.
Segundo, de comprobarse las responsabilidades que se evidencian, se proceda a la cancelación del registro de esa organización como partido político nacional y a la consignación penal de sus dirigentes por el delito de traición a la patria. (Versión estenográfica)

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