miércoles, 23 de junio de 2021

NECESARIA LA REELECCIÓN DE LA CUARTA TRANSFORMACIÓN


Han transcurrido dos años y medio del gobierno antineoliberal en México, y ya se notan los cambios en la vida social, política y económica del país, a pesar de la rabiosa resistencia de la corriente neoliberal desplazada del poder, por la vía electoral, en 2018.

En ese tiempo los neoliberales, dentro de los que caben la derecha la ultraderecha, los fascistas, los desnacionalizados, los apátridas los empresarios voraces, los funcionarios corruptos desplazados de la estructura administrativa del gobierno federal, etc. todos apoyados desde el exterior por poderosísimos intereses económicos, digo, los neoliberales pasaron del azoro que les provocó su estrepitosa derrota, al intento abierto y descarado de un golpe de estado, pero se toparon y, hasta hoy, se siguen topando con la lealtad del ejército y la marina al presidente de la República.

Y del golpismo, que no han abandonado, pasaron a la desesperación que los obligó a coaligarse en una alianza, que algunos podrían decir que es contra natura, pero no. El amasiato entre el PRI y el PAN (da pena ajena hablar del PRD) se inició desde 1982, con el gobierno de Miguel de la Madrid, con el que vergonzosamente  se abandonaron las conquistas y los objetivos de la Revolución Mexicana. El PRI que se entregó en brazos del neoliberalismo y el PAN, que ya lo era, iniciaron algo cercano a las relaciones carnales, como se decía en Argentina.

Y esa política de alcoba, que se manifestó sin el menor pudor, en la reciente elección del 6 de junio del 21, hoy es un matrimonio formal. Hemos escuchado de sus principales dirigentes, juramentos de amor eterno. Hoy representan el antiméxico, y son herederos de lo más repudiable de la historia mexicana.

La campaña electoral que recién terminó, con otra aplastante victoria de la corriente antineoliberal que encabeza el presidente López Obrador, a pesar de la brutalidad y suciedad con que se condujo el bloque neoliberal, sienta sólidas bases para hacer frente a las elecciones federales de 2024.

No es poca cosa haber logrado mayoría legislativa en la Cámara de Diputados y mantener la mayoría en la Cámara de Senadores del Congreso de la Unión; haber ganado 12 gubernaturas de 15 que estaban en disputa y así gobernar en 16 entidades, y que la corriente antineoliberal, encabezada por el partido del presidente, tenga la mayoría en los congreso locales de 19 Estados de la República.

Muchos analistas (neoliberales, desde luego) quieren meter confusión sobre las causan que explican el triunfo antineoliberal de 2018, y su refrendo en 2021, y otros no alcanzan a explicarse las razones de estas victorias.

Y hay que ir a lo profundo de nuestro ser como nación y como pueblo, y repetir que somos un pueblo profundamente nacionalista; que los neoliberales, en 36 años, no lograron despojarnos de esa conciencia, que nos viene de lo más profundo de nuestras luchas que conforman la historia nacional.

Y quien encarnó y encarna, con absoluta claridad, esa conciencia nacionalista ha sido precisamente el presidente López Obrador, que no sólo ha gobernado con una clara orientación popular y nacional, sino que con sus medidas de política social, económica, y de política exterior le está devolviendo la dignidad a los mexicanos; dignidad perdida durante la dictadura neoliberal de los 36 años.

Porque hay que decirlo: el neoliberalismo como modelo económico, social y político se reeligió a través de los partidos de derecha y de extrema derecha como el PAN y el PRI durante 5  sexenios de saqueo, robo, injusticias, sumisión.

Si en los tres años y medio del actual sexenio el gobierno profundiza su política antineoliberal, estará garantizada la victoria y su continuidad. Y así debe ser, la Cuarta Transformación debe reelegirse para garantizar al pueblo democracia y justicia social, y a nuestra nación, plena independencia y soberanía.

El trabajo es arduo y los enemigos poderosos, pero ya se demostró, una vez más en 2018 y en 2021 (y esta es una enseñanza de nuestra historia) que una sólida alianza de las fuerzas democráticas y progresistas mexicanas enfrenta y derrota a sus enemigos, como sucedió en la Independencia, la Reforma y la Revolución de 1910.

Hay que ampliar esa alianza de las mejores fuerzas de México. Existen las condiciones para ampliarla y consolidarla. Y, de manera clara, por convenir a los intereses populares y de la nación mexicana, señalar la posibilidad de la reelección de Andrés Manuel López Obrador, por un  solo sexenio.

Benito Juárez pudo triunfar en la Reforma y consolidar la República con doce años de gobierno, aproximadamente; y en varios países existe la figura de la reelección presidencial.

El principio de no reelección, en México, se levantó como bandera por los revolucionarios de 1910 para derrocar la dictadura de los latifundistas, entreguistas, apátridas y desnacionalizados. Hoy debemos levantar el principio de la reelección para impedir que regrese al poder la dictadura neoliberal. Así de sencillo.