(Artículo escrito cuando se debatió la reforma energética en 2008)
El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro Robles, hizo entrega al Senado de la República del material que produjeron los foros sobre el tema energético, celebrados en la UNAM de los días 23 al 27 de junio del presente año.
La lectura de los 18 temas que se examinaron en 36 mesas de trabajo deja en claro que la UNAM abordó el tema energético con gran responsabilidad, y rebasó, con mucho, el contenido de las iniciativas de Calderón. Le dio una dimensión que los reaccionarios pretenden ocultar.
En la Convocatoria, la Universidad precisa que el debate sobre el tema energético que ha tenido lugar en las últimas semanas, “marcará el rumbo de la nación”. Y agrega “Esta intensa discusión y confrontación de ideas, sana y bienvenida por lo demás, ha despertado la atención de muy variados sectores sociales”
“En este contexto de grandes definiciones nacionales, la Universidad Nacional Autónoma de México, fiel a su vocación social y a su pluralidad interna, tiene la obligación de poner al servicio de la sociedad su potencialidad científica y académica. Esto implica desplegar toda la capacidad en el estudio de los problemas, en el análisis, en el debate y la reflexión, para contribuir a la síntesis en este asunto de interés nacional”
La UNAM ubicó en sus términos exactos la dimensión del debate: “Es más que una reforma legislativa o financiera, ya que se deben abordar también asuntos de política internacional, impacto social, repercusiones sobre el medio ambiente, energías alternas y sistema de toma de decisiones…”
Los foros que llevó a cabo la UNAM contribuyeron de manera muy importante a desenmascarar el proyecto presidencial y enriquecieron sustancialmente el debate. Lo que está en juego –se ha dicho muchas veces- es el porvenir de la nación mexicana. Las intervenciones de científicos destacados y prominentes académicos, comprometidos con México, alimentaron el conocimiento que hoy millones de mexicanos tenemos sobre el tema petrolero.
Hoy está más claro que al inicio de los debates que las iniciativas gubernamentales, que pretenden privatizar el petróleo, forman parte del proyecto de nación de la derecha y la ultraderecha. Es un proyecto de nación neocolonial, donde las riquezas nacionales y los intereses vitales de los mexicanos se someten a los grandes intereses económicos.
Frente a ese proyecto de una minoría rapaz, que además utiliza el poder para realizar inmensos negocios, se ha levantado vigorosamente, como pocas veces se ha visto en los años recientes, un movimiento nacional que defiende el patrimonio de los mexicanos, partidario de un proyecto de nación con independencia y soberanía plena, que preserve los recursos petroleros para beneficio de los mexicanos.
Los resultados de los foros realizados en la UNAM han sido contundentes a favor de los intereses nacionales. La Universidad ha cumplido su compromiso social con la más elevada responsabilidad.
Lo dicho por el rector José Narro Robles, al entregar la memoria de los foros universitarios al Senado, resume, en parte, la demanda de todos los mexicanos: “reforma sí, pero para beneficiar a la mayoría y no para beneficio de algunos cuantos”.
La UNAM está comprometida con el pueblo mexicano, con los supremos intereses de la nación, no con los intereses de un grupo que tiene más la conformación de una mafia y que impulsa la privatización, ni con los mercenarios que han buscado un lugar en el debate para tratar de defender el proyecto antinacional de Calderón, muchos de los cuales son empleados de las empresas petroleras extranjeras, como se ha dado cuenta con amplitud, también en los medios informativos.
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