lunes, 17 de octubre de 2011

HACIA EL 2012: PROMOVER LA INTEGRACIÓN DE AMERICA LATINA

Una medida impostergable es la reconstrucción de la política exterior mexicana.

Este objetivo requiere vincular la política interior y exterior, que hoy se encuentran separadas y, en muchos casos, enfrentadas. El fortalecimiento del desarrollo económico, social, político, científico y cultural de México, orientado a lograr la igualdad social, debe reflejarse, hacia el exterior con una política independiente, que nos vincule con todos los países del mundo, con todos los mercados mundiales, pero de manera prioritaria que nos hermane estrechamente con América Latina.

México debe trabajar intensamente por la integración regional de América Latina, abandonando la política nefasta de loa panistas que, en realidad, le hacen el trabajo sucio a los norteamericanos.

Los cambios sociales que se han dado en la mayor parte de Latinoamérica, van a convertir a la región en un gran mercado de productores y consumidores que tendría más de 400 millones de personas.

Hay un cambio democrático en toda la región. México ha quedado rezagado en este proceso con un gobierno de derecha que ha estado obstaculizando los procesos de integración latinoamericana.

¿Cuáles son los aspectos generales que caracterizan hoy a América Latina?

Los países de la región tienen regímenes democráticos; se ha dicho que la mayoría de los gobiernos son resultado de elecciones; se hablan dos lenguas muy parecidas; no existen conflictos étnicos significativos; no hay conflictos bélicos. América Latina es una región de paz. Es una zona desmilitarizada y desnuclearizada.

De inmediato México debe reincorporarse al proceso de integración latinoamericana, que no debe ser solamente económica y menos solamente comercial. Hoy ya se puede hablar de integración: integración física, integración energética, integración en seguridad climática, integración científica, integración productiva, integración política. También se debe explorar la integración financiera.

Tienen razón los que plantean que entre otras decisiones hay que promover el intercambio de monedas entre los miembros de la región para bajar los costos del comercio exterior. Disminuir los costos de las importaciones de la región y estimular las exportaciones.

No hay contradicción entre el impulso a la integración latinoamericana y el establecimiento de relaciones económicas y comerciales con otros países del mundo. En el mismo sentido, el gobierno mexicano, a partir de 2012, debe influir para construir un mundo dominado por valores multilaterales: un mundo multilateral.

Particularmente deben considerarse las relaciones con China y la India, dada la importancia de sus economías y el creciente poder adquisitivo de sus poblaciones.

México tiene que aprovechar la globalización para vincular su economía y su mercado a los grandes mercados mundiales y no depender de la economía norteamericana.

En sus relaciones con América Latina y el resto del mundo, México debe sujetar su conducta estrictamente al mandato contenido en la fracción X del artículo 89 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, aplicando los principios autodeterminación de los pueblos; de no intervención; solución pacífica de las controversias; la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales; la igualdad jurídica de los Estados; la cooperación internacional para el desarrollo; es respeto, la protección y la promoción de los derechos humanos y la lucha por la paz y la seguridad internacionales.

Elevar a rango constitucional el mandato para que los sucesivos gobiernos, en las relaciones con América Latina, trabajen realmente por la integración latinoamericana.

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