sábado, 21 de mayo de 2022
TRASCENDENCIA HISTÓRICA DEL GOBIERNO ANTINEOLIBERAL EN MÉXICO
lunes, 11 de abril de 2022
REVOCACIÓN DEL MANDATO EN MÉXICO
El domingo 10 de abril del año en curso se realizó, por primera vez en la historia de México, el ejercicio democrático que puso a consideración de los electores la continuación del mandato popular que se otorgó al actual presidente de la República, o su término a la mitad del sexenio.
Para que se llevara a
cabo, se incorporó ese derecho -otorgado a los ciudadanos mexicanos- en la
Constitución nacional a propuesta del presidente en funciones, Andrés Manuel
López Obrador.
De manera resumida, quisiera
destacar lo siguiente:
1.- La autoridad electoral, a nivel federal en
México, está representada por el Instituto Nacional Electoral, conocido
simplemente como INE, que es el organismo electoral más caro del mundo. Su
integración obedeció, en su momento, a cuotas partidarias: es un organismo
“autónomo” (del pueblo), de corte neoliberal, al servicio incondicional de la
derecha, y rabioso opositor a las transformaciones que se están realizando,
desde hace tres años, en todos los ámbitos de la vida de los mexicanos.
Su antecedente el IFE, y ahora
el INE, avalaron escandalosos fraudes que violentaron la voluntad popular. El
triunfo del actual presidente, López Obrado, no se dio porque el INE fuera un
organismo imparcial. Esa victoria se logró porque, como nunca en la historia
electoral del país, fue producto de una
avalancha de votos que arrasó con el propio INE y los otros candidatos de la
derecha. El triunfo se logró a pesar del INE.
Ahora, sin tapujos,
abierta y descaradamente, el INE se dedicó a sabotear el proceso de revocación
de mandato. Un simple dato, que todos los mexicanos conocimos por experiencia
propia: sólo instaló una tercera parte de las casillas, y muchas de ellas
fueron colocadas en lugares distintos a los de anteriores elecciones,
ocasionando así lo que, en México se conoce como el ratón loco, porque los
electores tienen que batallar mucho para localizar la casilla donde emitir su voto.
Y estas maniobras las realizó intencionalmente
el INE, para impedir que la voluntad popular tuviera una expresión mayor que la
que tuvo.
Fue una verdadera
provocación del INE que en el pueblo natal del presidente de la República no se
instalaran las casillas, que tradicionalmente ahí se ubicaban.
2.- Por todo lo anterior
nadie, en su sano juicio (bueno, de la derecha, se puede esperar todo, porque
sus integrantes están como desquiciados) puede negar que ese ejercicio
democrático fue un éxito que fortalece al gobierno de la Cuarta Transformación,
reafirma y acrecienta el respaldo popular al presidente de la República, para
profundizar las transformaciones en todos los ámbitos de la vida de México.
3.-La derecha de por sí
decaída, amaneció el lunes 11 de abril, con una cruda política, que explica el
alto grado de incoherencias y sandeces que salieron a decir. Necesita, para mantenerse
algo visible, respiración boca a boca desde el extranjero, su fuente
tradicional porque, como lo dije en un artículo anterior, siempre ha vivido de
prestado, y ahora más que nunca.
Entre otras cosas, se le acabó la cantaleta de
que López Obrador es un dictador, por la razón fundamental que no ha habido, no
hay y no habrá en el mundo un dictador que se someta, por su propia voluntad, a
un proceso revocatorio.
4.- El fortalecimiento del
gobierno de la Cuarta transformación, le permitirá desmontar lo que todavía
queda del neoliberalismo, como promover la desaparición del actual INE, y su
transformación en un órgano democrático, sujeto al escrutinio y control del
pueblo.
El INE le está haciendo
mucho daño a México, a su incipiente régimen democrático. Es un órgano
faccioso, beligerante, cuyos principales dirigentes son corruptos. Por salud
pública, la desaparición del INE es ya inaplazable.
5.- Los resultados del
proceso revocatorio federal, obliga a incorporar en la Constitucional mexicana,
la misma figura a nivel de los Estados y los municipios, para que los
gobernadores y los miembros de los ayuntamientos sometan su permanencia en el
poder a la voluntad de quienes los eligieron. Sólo así, al establecerlo en los
tres niveles de gobierno, se hará efectiva la soberanía popular. El pueblo se
convertirá en el verdadero y único mandatario de los gobernantes, y éstos
serán, por ley, sus mandantes.
6.- De manera inmediata,
los resultados de este proceso revocatorio, y el fortalecimiento del gobierno
federal, repercutirán directamente en las elecciones locales que tendrán lugar,
en junio próximo, en seis estados de la República. Abonará para asegurar la
victoria del movimiento del presidente de la República, Morena, y se proyectará
hasta las elecciones estatales de 2023.
La Cuarta Transformación
camina a paso firme hacia la elección presidencial de 2024, y se abre la
posibilidad de que obtenga en las Cámaras del Congreso de la Unión las dos
terceras partes que requiere cualquier reforma constitucional, a fin de
acelerar los cambios y consolidar las transformaciones en curso.
7.- Y una consecuencia más
de esta victoria popular: ahora existen más elementos para llevar a los
principales funcionarios del INE a juicio político, fincarles responsabilidades
y separarlos del cargo. La coalición legislativa que encabeza Morena tiene,
después del proceso de revocación, mayor autoridad política para plantear este
juicio en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, y la suficiente
fuerza para enjuiciar a ese clan faccioso del INE.
8.- Finalmente, algo que
debe quedar bien claro: la derecha, que mañosamente llamó a no votar, sí salió
a votar. Ahí están las cifras del proceso revocatorio que hablan por sí solas.
Lo que se propuso la derecha fue impedir que los ciudadanos salieran a votar,
porque se sabían perdidos. Y los integrantes de esa corriente reaccionaria
retrógrada y pro fascista sí saldrían a votar, como efectivamente lo hizo.
Nadamás que los resultados
son catastróficos para ellos: el 15 a 1, a favor de López Obrador los deja
políticamente contra las cuerdas. Y casi en la inconsciencia invocan cifras y
hacen comparaciones fuera de lugar.
Desde hoy la derecha teme
a todo lo que se va a derivar del ejercicio revocatorio, que fortalece de
manera importante el programa antineoliberal de la Cuarta Transformación, pero
sobre todo teme la elección presidencial de 2024.
Seguirá criticando todo
cuanto haga y diga el Presidente López Obrador, que es una manera de enmascarar
su pobreza programática. Y si se atreve a presentar su programa -forzosa y
necesariamente neoliberal- cavará su tumba. No hay ni para donde hacerse.