Las fuerzas socialistas y de
izquierda, a nivel mundial, siempre han estado reflexionando y expresando
propuestas concretas para superar el sistema capitalista.
Ahora en medio del desastre
neoliberal, fuerzas progresistas y democráticas
del mundo se aprestan, también, a profundizar la reflexión y agilizar propuestas
para superar ese modelo, y el propio sistema capitalista.
Sería un despropósito
pretender volver a la normalidad, en el sentido de que se mantuviera intocado e
intocable el sistema capitalista, y su engendro: el neoliberalismo, y las
expresiones salvajes que envuelven y caracterizan la globalización.
Los globafólicos están
desesperados ante los desafíos que representa la etapa actual, porque nada
tienen que proponer. Se quedaron desarmados: sin programa y sin ideas, aunque
conserven el poder económico.
Es urgente establecer nuevas
bases sólidas, firmes, duraderas para que la humanidad haga posible su ascenso
permanente.
En el ámbito nacional ocurre
lo mismo que en el resto del mundo: como
los neoliberales fueron totalmente desprogramados por la pandemia, no han
planteado ninguna propuesta razonable. Insisten, ellos sí, en regresar al
pasado de saqueo, rapiña, explotación y brutal desigualdad.
En consecuencia, en México, es urgente encaminarse
por la ruta del Estado de Bienestar, y consolidarlo como la única opción
popular y nacional en este momento.
Algunas de las tareas inmediatas (otras ya
forman parte de la política del actual gobierno federal a profundizarse) deben
aplicarse con carácter urgente.
Entre otras las siguientes:
1.- Establecer bases firmes
para fortalecer soberanía energética:
el petróleo hoy, y las energías limpias en el futuro inmediato. Estas últimas
deben ser manejadas exclusivamente por el Estado, con exclusión de los
particulares, que sólo buscan lucrar, como ha quedado demostrado hasta el
cansancio.
2.- La soberanía científica y tecnológica representa, en
nuestros días, un pilar fundamental de la vida económica y social, y soporte de
la verdadera soberanía nacional.
3.- Para erradicar el hambre
y la pobreza debe instaurarse la soberanía
alimentaria. La autosuficiencia en este renglón esencial contribuirá a
garantizar alimento suficiente con el valor nutricional que requiere una vida sana.
4.- La salud universal (de la cuna a la tumba) que garantice una vida
digna, por encima de los grupos delincuenciales que lucran con la enfermedad y
hacen imposible la salud.
5.- Educación para todos que tenga en cuenta los valores del pueblo mexicano
que nos vienen de lo más hondo de nuestra historia, que prepare y capacite a la
juventud mexicana y fortalezca las relaciones familiares y sociales.
En este aspecto se debe
fortalecer la cultura nacional y las culturas regionales.
6.- Los programas sociales
que hoy se tienen en el país para adultos mayores, personas con alguna
discapacidad, niños y jóvenes, deben ser entendidos como el inicio de más y
mayores medidas que sirvan para una mejor distribución de la riqueza generada
por los mexicanos.
7.- Pensiones suficientes con el carácter solidario con que fueron
concebidas, abandonando el sistema de afores, creación del neoliberalismo
rapaz.
8.- En materia fiscal debe gravarse el capital y no el trabajo,
y aplicarse la progresividad impositiva.
En México debe aplicarse,
pero ya, el mandato de la fracción IV del artículo
31 de nuestra Constitución nacional,
que ordena la proporcionalidad y equidad en materia impositiva, de manera que
paguen más los que más tienen, menos los que menos tienen, y nada paguen los
que nada tienen.
9.- El proceso de nacionalizaciones debe elevarse a rango constitucional:
de inmediato nacionalizar el crédito y la banca, los renglones fundamentales de
la economía, y aquellos del futuro que garanticen el Progreso Social.
Nacionalizar los recursos públicos, en beneficio de todos.
10.- En consecuencia, también
a nivel constitucional, debe quedar
expresamente prohibida cualquier privatización de los servicios, bienes y
recursos públicos.
11.- Cancelar la deuda externa. Los bancos usureros del capitalismo no
pueden seguir lucrando en medio de la tragedia, ni cuando esta haya sido
superada.
12.- Decretar, por causas de
utilidad pública, la cancelación del
Fobaproa, que sigue siendo un mecanismo de saqueo de los recursos del
pueblo.
13.- Acordar y exigir el
cumplimiento de las medidas urgentes para proteger
el medio ambiente y la biodiversidad.
14.- Luchar por un nuevo orden mundial, con base en los
principios constitucionales que norman la política exterior del pueblo
mexicano: “la autodeterminación de los
pueblos, la no intervención, la solución pacífica de las controversias, la
proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones
internacionales, la igualdad jurídica de los Estados, la cooperación
internacional para el desarrollo, el respeto, la protección y promoción de los
derechos humanos, y la lucha por la paz y la seguridad internacionales”.
15.- Por las características
propias de México, fortalecer la propiedad
social, y de manera particular el ejido, derogando toda disposición legal
que se oponga a este propósito.
Las medidas señaladas, (que
ya se contienen en artículos anteriores en este blog), y otras más, serían la base del nuevo Estado de Bienestar en
México, y este, a su vez, sentará firmes y sólidos cimientos para la
construcción de un sistema superior de la vida social, que deje atrás el
sistema capitalista.
La divisa: socialismo o barbarie tiene en nuestros
días una vigencia inocultable.