sábado, 14 de enero de 2012

CRISIS DEL NEOLIBERALISMO EN LATINOAMÉRICA

No hay mucha diferencia entre lo que ocurría en 2007 y lo que sucede al iniciar el 2012 en México. Cambian algunas personas, escenarios y porcentajes, pero la tendencia y los desastres provocados por los panistas, en México, son cada día más agudos, mientas Latinoamérica se va deshaciendo de ese lastre. Cuando se cumplían 25 años del modelo neoliberal depredador, los mexicanos estábamos leyendo, en parte, lo que ocurre cuando ese modelo cumple más de tres décadas: crece el número de pobres, crece la población joven sin empleo, y el dato dramático: casi 60 mil mexicanos muertos en la guerra que los yanquis le impusieron a Calderón, por lo cual, tarde o temprano, tendrá que responder ante el pueblo y la humanidad.


En los últimos 25 años la economía mexicana ha experimentado una crisis permanente y recurrente, que se ha expresado, entre otras cosas, en inflación alta, como ocurrió con el gobierno de Miguel de la Madrid, en un crecimiento artificial como sucedió con Salinas y, también, en un aparente crecimiento con Zedillo, después de la tremenda crisis desatada por el llamado “error de diciembre”, responsabilidad de ambos gobiernos, es decir, el de Carlos Salinas y el de Ernesto Zedillo. Y hablo de crecimiento artificial y aparente, porque en los hechos la pobreza de amplios sectores populares siguió creciendo y la concentración de la riqueza en pocas manos se acentúo.

Con Fox –al que ahora se le están “descubriendo” las trapacerías y corruptelas en que incurrió su gobierno- el crecimiento se redujo de tal manera que casi atina a conseguir su sueño guajiro del 7%, pero no anual sino sexenal, porque se entregó al sector empresarial y golpeó rudamente al pueblo. Con Vicente Fox –un proyanqui convencido, calificado merecidamente por el presidente venezolano Hugo Chávez como el “cachorro del imperialismo”, por su actitud entreguista y antipatriota- la dependencia de nuestra economía respecto de la norteamericana creció, y la crisis se profundizó al aislar intencionalmente a México del resto de América Latina. Pero, además, la economía mexicana perdió frente a la economía china, primero porque la potencia asiática, que mantiene porcentajes de crecimiento arriba del 10% anual desde hace varios años, desplazó a México como el principal socio comercial de los Estados Unidos y, segundo, porque la economía mexicana fue penetrada por la economía china.

El bajo, o mejor dicho, el nulo crecimiento de la economía con Fox continuará en el actual sexenio, pues los gobiernos panistas no han querido entender que el neoliberalismo ha entrado en una crisis profunda e irreversible; que ese modelo ya no tiene ningún porvenir, y menos en Latinoamérica; que de manera destacada los pueblos de América Latina, a través de una lucha a fondo, se están sacudiendo tanto el modelo neoliberal como las secuelas de miseria, pobreza, atraso, analfabetismo, crecimiento inusitado de la delincuencia y otras lacras sociales, que se generaron o crecieron bajo los criminales gobiernos neoliberales de toda la zona.

Y son esos pueblos los que han logrado desplazar a los neoliberales del poder, en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Nicaragua, Uruguay, Venezuela, y hasta en el mismo Perú. Hoy el mapa político y económico latinoamericano se ha modificado de manera muy importante, y todos esos países están logrando –algunos de ellos ya por varios años consecutivos- un crecimiento económico alto que no se logró, como no se podía conseguir, bajo el neoliberalismo. Lo que explica ese crecimiento de sus economías –cuyas cifras se pueden comprobar consultando los estudios de la CEPAL- es el abandono del modelo neoliberal. En tanto que los gobiernos, como el de los panistas en México, que se mantienen tercamente aplicando la política del neoliberalismo, lo que han conseguido es el estancamiento económico, el crecimiento del desempleo y el agravamiento de otros fenómenos sociales.

Precisamente los datos recientes de la CEPAL, colocan a la economía de México en el último lugar de crecimiento en América Latina durante 2007, abajo ya no digamos de países como Brasil, Argentina, Chile y Venezuela, sino muy por abajo del crecimiento que lograrán países como Panamá (8.5%), República Dominicana (7.5%), Perú (7.3%), Colombia (6.8%), Costa Rica (6.0%), Honduras (5.5%), Uruguay (5.2%), Guatemala (5.0%). Y también por abajo del crecimiento que lograrán El Salvador (4.5%), Nicaragua (4.3%), Bolivia (4.2%), Paraguay (4.0%), Ecuador (3.5%), y Haití (3.5%).

La economía mexicana, según las previsiones de la CEPAL, sólo crecerá al 3.2%, el más bajo de América Latina. Y todavía los panistas neoliberales en el poder insisten en sus famosas reformas estructurales, es decir, reformas neoliberales, que conducirían a México, en las actuales circunstancias latinoamericanas, a una verdadera catástrofe. Cuando la gran mayoría de países latinoamericanos han abandonado paulatinamente las políticas impuestas por los yanquis a través de sus agencias financieras, y orientan su desarrollo hacia el crecimiento y bienestar general, aquí con un gobierno reaccionario se insiste en aplicar el modelo que ya fracasó, no ahora sino desde hace tiempo, que no genera crecimiento, que no crea empleos, que no combate la pobreza, y que sí profundiza la desigualdad social a niveles jamás conocidos.

Con los panistas, México ha dejado de ser el hermano mayor de América Latina, se transformó en el hermano menor, y es ya el hijo adoptivo del imperialismo.

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