lunes, 13 de febrero de 2012

JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA CANDIDATA DEL IMPERIO YANQUI

En la candidatura presidencial panista de la autodenominada “señora de la casa”, Josefina Vázquez, se aprecia, a simple vista, un acuerdo de los sectores derechistas y ultraderechistas del PAN, en donde Calderón de común acuerdo con el Yunque prescindió de los otros dos, que se prestaron a realizar una farsa de elección o selección.

Resuelta la candidatura reaccionaria del PAN, con el cobijo del imperialismo yanqui, Vázquez Mota se levanta legítimamente como la candidata a la que le va a apostar todo, porque ella ofrece continuidad en la política de Calderón.

Josefina Vázquez garantiza a los yanquis, (y también a los intereses económicos españoles), continuar la política entreguista que ha caracterizado la “decena perdida” de los gobiernos panistas. Ella es partidaria de continuar otorgando concesiones, mediante contratos anticonstitucionales, en materia petrolera, con el propósito de desmantelar a Pemex. Lo mismo en materia de electricidad.

La panista quiere seguir sirviendo de cuña para impedir el camino acelerado de la integración Latinoamericana. Los gobiernos de Fox y Calderón, de la mano con los gobiernos colombianos, se prestaron para golpear las legítimas aspiraciones de la región, en sus propósitos de abandonar el neoliberalismo, lo cual no consiguieron, pero a México lo aislaron de América Latina y lo sometieron a la política norteamericana.

En materia social Vázquez Mota, como panista, representa los intereses más retardatarios: es partidaria de las políticas que aumentaron el número de pobres en México y que colocaron a 14 millones de mexicanos en el comercio informal; las políticas que lograron un crecimiento anual del 1% en la economía mexicana y que desataron la más descarada corrupción, en la que participó la propia candidata del PAN desde la Sedesol al canalizar enormes recursos a las candidaturas del PAN en 2006, como se ha recordado recientemente, hecho delictivo sobre el que se presentó una denuncia penal.

Ella es partidaria, como fanática religiosa, del estado confesional, contrario al Estado Laico que nos viene a los mexicanos desde el siglo XIX.

Las acusaciones vertidas en la campaña interna del PAN, entre Josefina Vázquez y Cordero confirman los métodos gansteriles a que recurren los panistas y la seguridad de que esas políticas son gratas al imperialismo yanqui, como ha sido grato el gobierno entreguista de Calderón, repito.

Calderón y los panistas (obviamente Josefina) han hecho del narcotráfico el tema central de su campaña electoral del 2012, para justificar ataques y agresiones, pretendiendo aparecer como los salvadores de la patria.

Y como también se sabe, fueron los gringos los que le impusieron al gobierno panista una estrategia sangrienta. Que se sepa nadie se opone a que se luche contra un fenómeno de esa naturaleza, pero los compromisos del PAN con el gobierno yanqui han sido señalados y denunciados infinidad de veces, y los panistas como si nada.

Nadie le ha planteado a Calderón que no luche contra el crimen organizado, lo que le han señalado, de diversas formas y en distintos tonos, es que cambie de estrategia, que regrese al Ejército Mexicano a sus cuarteles, y que ponga énfasis en la inteligencia policíaca, aplicando políticas públicas de contenido social para que los jóvenes no sean reclutados por la delincuencia.

Todo mundo comprende el papel injerencista de los yanquis en la planeación del narcotráfico en México, como lo han hecho en Afganistán y Pakistán, y como lo hicieron en Colombia. Calderón convirtió a México en víctima de la política gringa.

La amplia información sobre la introducción de fuertes cantidades de armas de origen yanqui a territorio mexicano, muestra dónde está el origen y el mandato de militarizar el problema del narcotráfico en nuestro país. Los yanquis ponen las armas y México los muertos. El negocio de las armas, en manos de gringos, representa una fuente de enormes recursos.

Ese programa de “rápido y furioso” y otros programas similares que han sido puestos en conocimiento de la opinión pública mexicana y norteamericana, son una muestra del tremendo cinismo yanqui y de la descarada intervención en México con el consentimiento de los panistas y hasta con la exigencia de los reaccionarios.

La desmilitarización de la lucha contra el narcotráfico en México, va a pegar aquí, pero también va a pegar allá.

Es revelador el hecho de que en Estados Unidos cuando detienen a los narcotraficantes no haya ni muertos ni heridos. Han detenido fuertes contingentes sin disparar un solo tiro.

Todo esto lo sabe Josefina Vázquez porque ha estado en la entraña del gobierno panista y porque es responsable y no sólo corresponsable de los desastres provocados en los últimos dos sexenios.

Por los compromisos contraídos por el PAN con los yanquis y los funcionarios emanados de ese partido; por el grado de sumisión y entrega que han mostrado Josefina y sus compañeros panistas, es lógico que los norteamericanos estén vitalmente empeñados en llevarla a la presidencia de México.

Vázquez Mota es, repito, la candidata ideal del imperialismo yanqui.

1 comentario:

  1. Igualmente el copetón es un candidato ideal para la continuidad de la politica neoliberal conveniente a los intereses imperialistas. En los últimos sexenios como ha expuesto aquí, estos dos partidos de derecha, uno mas que otro pero los dos serviles al capital extranjero, han sido aliados en la toma de decisiones, privatizaciones, topes salariales, desaparición de los precios de garantía y un largo etc.
    El copetón, al igual que Vázque Mota son igual de nefastos uno como el otro, lo que varía es el color del partido, los amos son los mismos.

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