miércoles, 9 de noviembre de 2011

UNA VEZ MAS, EN DEFENSA DEL SECTOR ESTATAL DE LA ECONOMÍA

Trabajo Parlamentario


DIARIO DE LOS DEBATES
DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS
DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
"LII" LEGISLATURA

AÑO III México, D. F., jueves 8 de noviembre de 1984 TOMO III. NÚM. 24

UNA VEZ, MÁS EN DEFENSA DEL SECTOR ESTATAL DE LA ECONOMÍA

El C. Presidente: -Tiene la palabra el C. diputado Alfredo Reyes Contreras, del Partido Popular Socialista.

El C. Alfredo Reyes Contreras: -Señor secretario:

Ha escuchado usted, a través de las intervenciones de los diputados de la derecha, del PAN y del PDM los ataques que se hacen a la intervención del Estado en el desarrollo económico del país. Sin ninguna originalidad y repitiendo lugares comunes, los diputados de la derecha han insistido en las criticas que las fuerzas económicas privadas, tanto en el interior como fuera del país, hacen al sector paraestatal.

Sin embargo, el Gobierno y el pueblo mexicano saben perfectamente que atrás del rechazo a la intervención del Estado en la economía está el capital trasnacional. En México sabemos, señor secretario, que la intervención del Estado en el desarrollo económico y de manera particular la aparición y el fortalecimiento del sector paraestatal, no fue producto del capricho de una persona o de un grupo, fue sobre todo resultado de las propias necesidades del país para mantener su independencia y soberanía.

El Partido Popular Socialista afirma que ha sido precisamente la intervención del Estado en el desarrollo económico lo que ha salvado a México, porque fue el Estado el que rescató las riquezas naturales que estaban en manos de extranjeros, fue el Estado y no los particulares el que desplazó de los renglones básicos del desarrollo económico al capital extranjero; lo desplazo del petróleo, de la electricidad, de los ferrocarriles; lo desplazó de la industria siderúrgica , de la producción de fertilizantes, etcétera.

La iniciativa privada, que hace alarde de lo que no es, que utiliza el chantaje frente al Estado para obtener prebendas, y que con frecuencia las consigue, jamás ha sido factor decisivo en el desarrollo económico de México.

El Partido Popular Socialista afirma que ese sector minoritario, verdadero parásito social, nunca ha contribuido con los esfuerzos permanentes del pueblo mexicano para superar sus dificultades. El sector privado de la economía, sostenemos, se ha desarrollado, no sólo al margen de los propósitos de la Revolución Mexicana sino en contra de los objetivos de justicia social, por los que murieron en el campo de batalla más de un millón de mexicanos.

Actualmente hemos llegado a una situación en la que, por la magnitud del sector paraestatal, el desarrollo del sector privado depende del fortalecimiento del Estado como empresario y productor, pero también nos encontramos ante un hecho que el pueblo mexicano debe conocer. Hoy por hoy es imposible el desarrollo económico del país sin la presencia, el crecimiento y el fortalecimiento del sector estatal de la economía, representando en parte por
sus empresas industriales que han sido las más dinámicas dentro de la estructura productiva.

Del monto de la inversión estatal en la industria, del crecimiento permanente de esa inversión, depende el crecimiento de toda la economía nacional.

El Estado, señor secretario, señoras y señores diputados, está presente en casi todas las ramas de la economía, en mayor o menor medida. Por eso se ha dicho con toda razón que hoy todo habitante en nuestro país es comprador diario del Estado, en alguna manera y distintas medidas, de casi todo lo que consume o utiliza: transportes terrestres y aéreos, teléfono, telégrafo, energía eléctrica, combustible, alimentos básicos y no básicos, telas de algodón y de otras fibras, ropa, aparatos domésticos, automóviles, ciertas medicinas, aceros para construcción, cemento, madera, periódicos, etcétera.

Usted, señor secretario, en el informe de labores 1983-84 que entregó a los miembros de esta representación nacional, expresa, y hoy lo reitera, que "la industria paraestatal es baluarte de la Independencia Nacional y palanca estratégica para impulsar el desarrollo económico de nuestro país".

Con esta apreciación suya coinciden plenamente las fuerzas democráticas de México, porque sin el sector paraestatal -y esto lo sabe bien el pueblo mexicano- nuestro país ya hubiera caído en las garras del capitalismo extranjero y ya se hubiera convertido en una colonia yanqui, sin independencia, sojuzgado, esclavizado y sobreexplotado. Sin embargo, nos preocupa mucho que frente a las críticas en contra del sector paraestatal, provenientes de la gran burguesía y de sus voceros, el Estado deje hacer y deje pasar y no dé respuestas definitivas y categóricas, no obstante que cuenta con los datos y elementos necesarios.

Nos encontramos ahora frente a una nueva ofensiva, verdaderamente brutal, promovida por los intereses privados de dentro y de fuera del país en contra de las empresas industriales del Estado y de la intervención de éste en el desarrollo económico.

La crítica de mala fe se generaliza a todas las empresas del Estado, pero se oculta intencionalmente la ineficiencia y la corrupción en la empresa privada; nada se dice de las casi cien empresas que pasaron al sector público por incompetencia del sector privado, por deshonestidad y por la desmedida voracidad de sus dueños -como se denuncia en un estudio reciente realizado por un ameritado investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM-; se ocultaron los problemas del grupo ICA, de Fundidora Monterrey y sus filiales, del grupo ALFA, de Cigarros Tabacalera Mexicana y ahora se minimizan los de la Cervecería Cuauhtémoc, problemas generados por la corrupción de la iniciativa privada.

Nos preocupa, señor secretario, que llevando las cosas al extremo, en el seno del Estado haya funcionarios que declaran la conveniencia, haciéndose eco de las críticas del sector privado, de vender empresas del sector estatal o acciones propiedad del Estado. Esta actitud, a juicio del Partido Popular Socialista, es muy peligrosa, porque de convertirse en conducta del Estado, como sostiene el investigador Benito Rey Romay, lo que estaría cambiando tal vez irreversiblemente, es la forma de desarrollar del país y con ello agravándose el grado de desequilibrio de las fuerzas sociales y el de la independencia económica y política del país.

La crítica corrosiva del sector privado ha logrado parte de sus propósitos al ablandar a ciertos funcionarios que se manifiestan ajenos a la defensa de los intereses del pueblo y de la Nación. Para el Partido Popular Socialista, no existe ninguna justificación económica, mucho menos social y política para vender empresas del Estado que, por serlo, forman parte del patrimonio de la Nación.

En nuestra opinión, debe establecerse en la Constitución, expresamente la prohibición para que el Ejecutivo venda empresas del Estado. La soberanía de la Nación, la independencia del país, estarán garantizadas sólo a condición de que el Estado incremente su participación en el desarrollo económico.

El otro camino que nos llevaría al abismo, es el esquema neoliberal que el Presidente Miguel de la Madrid rechazó vigorosamente hace dos días en Querétaro, coincidiendo plenamente con las fuerzas democráticas del país.

Señor secretario, partiendo de los juicios y preocupaciones anteriores, en nombre de la fracción parlamentaria del Partido Popular Socialista, me permito formularle las siguientes preguntas:

Primera, ¿sería tan amable de informar a esta soberanía y por su conducto al pueblo de México, cuál es el monto global de la inversión estatal en la industria?, ¿cuál es el número de trabajadores ocupados en la industria paraestatal? ¿qué volumen de riqueza genera el sector paraestatal?, ¿a cuánto ascienden los salarios percibidos por los trabajadores del sector paraestatal?, ¿cuál es la aportación que las empresas del sector paraestatal hacen al fisco?, y que nos haga brevemente una comparación de esos aspectos, con los correspondientes del Sector Privado.

Segunda, ¿cuáles son los renglones estratégicos y prioritarios que maneja en estos momentos el Estado?

Tercera, ¿qué opinión le merece a usted la venta de empresas paraestatales, y si en el sector bajo su responsabilidad se han presentado ventas?

Cuarta, ¿considera usted positivo o no, el hecho de que la Cámara de Diputados tenga participación decisiva para autorizar o no, la venta de paraestatales? Y, finalmente, que informe a esta soberanía qué empresas del sector paraestatal operan con superávit

Muchas gracias.


Respuesta del Secretario (se omite)

Segunda intervención

El C. Presidente: - Tiene la palabra el C. diputado Alfredo Reyes Contreras para replicar.

El C. Alfredo Reyes Contreras: -No voy a replicar. Simplemente quisiera hacer, en nombre de la fracción parlamentaria del Partido Popular Socialista, una reflexión final, ponderando el pronunciamiento que usted hizo en torno a la decisión del Estado de ajustarse estrictamente a la ley de la materia en lo que se refiere a la producción del uranio, que como usted lo decía, es una actividad reservada exclusivamente al Estado, con la exclusión de cualquier otro tipo de intervención. Sin embargo, quisiera expresar también una preocupación: que nos explicara cómo se va a preparar a los técnicos para la explotación y procesamiento del uranio, porque por lo que sabemos es un renglón en el que tenemos un escaso o nulo desarrollo. Sería exclusivamente la única pregunta.

Respuesta del Secretario (también se omite)

(Versión estenográfica)

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