Aunque ya se sabía, no deja de
causar indignación el contenido de la parte esencial del reporte Petróleo, México y el acuerdo
transfronterizo , al Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados
Unidos, publicado en la edición de La
Jornada del 2 de diciembre del año en curso.
En la nota del periódico
mexicano se dice que ese reporte fue realizado en octubre de 2012 por el equipo
de asesores, encabezado por Richard Lugar. “Sus enviados se reunieron con el
equipo de transición del entonces presidente electo, Enrique Peña Nieto, y
encontraron, detallan, disposición para ir por una reforma constitucional que
permita la participación de transnacionales en la explotación del petróleo”.
“Refieren que se reunieron
también con directivos de Pemex, con dirigentes y legisladores, y un líder del
PRI comentó: “tenemos la voluntad (de cambiar la Constitución); de lo que no
estamos seguros es de contar con los votos”. Otros de los dirigentes del equipo
de Peña Nieto reconocieron que las reformas energéticas que no tocan la Carta
Magna no funcionan”.
La información precisa que a
“Estados Unidos le interesa que México lleve a cabo una reforma significativa a
Petróleos Mexicanos (Pemex), capaz de atraer el interés de las empresas
petroleras internacionales para invertir su capital y experiencia, ya que su
seguridad energética depende de que se mantenga la cuota de importación del
crudo mexicano”.
La nota informativa de La Jornada abunda sobre el reporte de
los asesores yanquis: “México es importante para la seguridad energética de
Estados Unidos, porque es una fuente cercana y políticamente confiable para la
importación del petróleo”.
Advierten que “las
inversiones de gran escala serán posibles siempre y cuando las trasnacionales
“puedan registrar las reservas en la Comisión de Cambios y Valores de Estados
Unidos, una forma de contabilidad financiera que no incluirá inversiones
conjuntas o contratos de riesgo con Pemex”.
De acuerdo con la nota
informativa, en el reporte al Comité de Relaciones Exteriores del Senado de
Estados Unidos se dice que “México está sentado sobre 10 mil 400 millones de
barriles de petróleo en reservas probadas, cifra que se puede duplicar por el
petróleo no convencional. Su existencia en aguas profundas está plenamente
probada; sólo en Chicontepec se estiman en 17 mil millones de barriles”.
En la parte final de la nota
informativa de La Jornada se destaca:
“En este reporte, que tiene fecha del 21 de diciembre de 2012, se resalta
asimismo que en el caso del gas encontraron que sus interlocutores (mexicanos)
eran optimistas sobre la posibilidad de reformas para abrirlo al capital
privado, dada la menor sensibilidad política que produce en relación con el
petróleo. Al respecto, detallan, que el gobierno de Estados Unidos estima que
México posee una de las reservas de gas shale
más grandes del mundo, de 680 billones de metros cúbicos, y es urgente que
se explote”.
Hasta aquí la nota
informativa de la Jornada.
Esto que ahora se da a
conocer en México con mayor detalle, ya había sido denunciado con bastante
anticipación. En este mismo blog en el Manifiesto
al Pueblo de México, publicado el 14 de julio de 2013, se dijo: el gobierno ha decidido convertir al petróleo mexicano
en la mayor reserva petrolera de los yanquis, sin importarle los intereses y el
bienestar de nuestro pueblo, y menos la soberanía de la Nación.
Toda la información que se
tenía y la que va surgiendo confirma que la conducta de Peña Nieto, la de su
gabinete, y la de los legisladores de ambas cámaras que llegaran a aprobar la
propuesta presentada, se tipifica jurídicamente como delito de Traición a la
Patria.
El artículo 123 del Código
Penal Federal establece: Se impondrá la pena de
prisión de cinco a cuarenta años y multa hasta de cincuenta mil pesos al
mexicano que cometa traición a la patria en alguna de las formas siguientes:
I.- Realice
actos contra la independencia, soberanía o integridad de la Nación Mexicana con
la finalidad de someterla a persona, grupo o gobierno extranjero,
XIII.-
Trate de enajenar o gravar el territorio nacional o contribuya a su
desmembración;
Los
mexicanos sabemos por experiencia propia que la soberanía petrolera es parte
sustancial de nuestra soberanía como Nación y pilar de la seguridad nacional.
La decisión
de Peña Nieto, de su partido y de miembros de su gabinete de reformar los artículos
27 y 28 constitucionales y propiciar el regreso de las empresas petroleras
extranjeras, además de saquear la riqueza nacional, pretende entregar parte del
suelo y subsuelo del territorio mexicano a esas empresas, poniendo en grave
riesgo la soberanía de la nación y el desarrollo económico del país.
Insisto: su
propuesta de reforma energética para desnacionalizar el petróleo y, de paso, la
electricidad encuadran perfectamente en los supuestos de los incisos I y XIII
del artículo 123 del Código Penal Federal.
Andrés
Manuel López Obrador ha anunciado que presentará la acusación contra Peña
Nieto, por el delito de Traición a la Patria. Ha señalado que existen elementos
para fundar esa acusación con base en documentos que materialmente posee, donde
se prueba que Peña Nieto contrajo el compromiso en Londres y Estados Unidos con
empresas petroleras extranjeras para entregarles parte de la riqueza energética
de México.
AMLO fue preciso en este aspecto. Afirmó: “tengo documentos y pruebas de los acuerdos, en
Londres y EU, de EPN con petroleras extranjeras”
Con estos
elementos y con los que detalla la nota de La
Jornada que encabeza este artículo, se probará plenamente que el presidente
de la República, debe ser juzgado y castigado por el delito más grave por el
que puede ser juzgado y castigado un mexicano.
Por su parte
la Unidad Patriótica por el Rescate de la Nación ya ha circulado un borrador en
que se contiene material esencial para hacer la acusación por el delito de
Traición a la Patria contra Peña Nieto y varios integrantes de su gabinete.
Y una
actitud que refuerza esa demanda, y que en cierto sentido se adelanta a los acontecimientos
por venir, es la que plantea la renuncia de Peña Nieto a la presidencia de la
República.
El apoyo
inusitado al planteamiento del General de División Diplomado del Estado Mayor
Presidencial, Jesús Jaime García exigiendo la renuncia de Peña y de todo su
gabinete, y la misma exigencia planteada a través de las redes sociales por
miles de mexicanos, son más que un síntoma.
La demanda
expresada en paredes, casetas telefónicas, escuelas, centros deportivos, edificios
públicos, mercados, centros comerciales, unidades de pasajeros e infinidad de
lugares, y las voces de la gente que se escuchan en todas partes, bajo la breve
demanda de “Fuera Peña”, refleja que ya es una exigencia amplia del pueblo mexicano.
Todas estas
expresiones demuestran que si viviéramos en un régimen democrático y vigentes
figuras como la revocación del mandato, previa consulta popular, Peña y su
gabinete no durarían un día más en el poder, y lo mismo ocurriría con otros
funcionarios públicos.
Además, con
una aceptación del 4.9% como la que tiene el gobierno de Peña entre los
mexicanos, al terminar el año 2013, cualquier propuesta o decisión que emane
del ejecutivo federal es ilegítima por donde quiera que se le vea. Peña Nieto
no tiene el apoyo popular, al contrario, es rechazado y repudiado por los
sectores mayoritarios del país.
Medios
nacionales (aún los incondicionales del gobierno) e internacionales señalan el
desprestigio del gobierno neoliberal de Peña Nieto. Para muchos su tiempo se
acabó y continuará su caída en picada.
La demanda
popular de la renuncia de Peña Nieto y su gobierno nos coloca en la antesala de
acontecimientos trascendentes para la nación mexicana.
hola alfredo:
ResponderEliminarEstamos conovcando al V encuentro Internacional del Pensamiento Critico volver a Marx 2 y 3 de mayo del 2015.
Esperamos te incorpores.
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email: quiroz.miranda.sergio@gmail.com